viernes, 5 de enero de 2007


A los que lloran,
a los niños perdidos,
a los que sangran
futuros ajenos
en vasos de cuello alto.

A los noctámbulos,
a los melómanos
de espíritu libre
y alma atrapada
en jaulas de calcio y carne.

A la piel fría,
a la química fácil,
a las chutes de endorfinas,
que recorren las arterias
de ciudades siempre lejanas

A la vida,
a la muerte lenta,
a las ruinas
de edificios grises
donde suben los suicidas
a soñar con los brazos abiertos.


Bueno, después de un tiempo de abandono prometo volver a poner al día el blog. Espero que sigáis dejando comentarios, que de verdad que se agradecen (lo malo es no saber quién es quién, porque todos son anónimos).
Feliz año a todos.
No dejéis de asomaros desde vuestros tejados...