
Entras y sales esquivando el balazo,
con la clase que se supone a los héroes
de barrio, papela y siete muelles.
De raza, cazador de sueños rotos,
el colmo de la filigrana y el salto mortal
cortado con limón y polvos de talco.
Entras y sales danzando siempre al filo,
durmiendo en la cuneta,
riendo con la seguridad de que
cuando estés en vena
vas a despertar.