
¡¡¡Qué desgracia!!! Otra vez llega la navidad a nuestras vidas.
En fin, es algo inevitable, así que será mejor quedarse en casa al lado del radiador disfrutando de una buena siesta.
Y cuidado por la calle, que siempre hay algún desgraciado que te endiña un bolazo de nieve (eso donde haya nieve; porque lo que es por aquí la verdad es que poco...)