sábado, 21 de enero de 2006

Humo de palabras....



La noche estaba mordida. Enroscado sobre sí mismo contemplaba la posibilidad de buscar algo de cena. Comida rápida.

Bajo un cielo de alquiler, plagado de estrellas que anunciaban la llegada de las heladas fué estirándose vértebra a vértebra, apoyándose firmemente sobre la chapa de acero rojizo que le servía de improvisado lecho. Aún desprendía calor. Era agradable.

De un salto bajó del capó del coche, y sin más ajuar que lo puesto cruzó la calle rumbo al cubo de basura más cercano. Sus patas se movían tan rápido que parecía no tocar el suelo. Enfiló el callejón rápidamente, y en la trastienda de un local descubrió una montaña de bolsas con restos de comida del día. Las sobras de los sueños de otros le eran suficiente, retales de vidas ajenas con lo que componía su día a día.

Dentro se escuchaban todavía voces de fiesta. Si supieran las noches que se bebieron dentro, en vasos altos, en el centro del espejo.... Salones vacíos, eso es todo lo que quedaba, y el estaba cada vez más lejos, mientras todo ardía.

Tenía en sus ojos de cristal un océano convexo.
Flotaba en su mirada la luna plateada del dolor......

2 comentarios:

  1. Paginas en blanco a la espera de ser usadas, pero el tiempo corre y las ideas caen en el olvido, vienen segun se van, sin avisar, sin dejar ninguna marca.
    Los segundos transcurren despacio, conscientes de que su paso no deja mas que vacio, huecos que no serán jamas rellenados...

    Bah, no valgo pa esto

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