Foto: "No voy a salir..." 
Así como los árboles, los humanos nos cubrimos de espinas. No se trata de un simple crecimiento anormal sobre nuestra piel, no es queratina, no pinchan ni rasgan. Envenenan.
Nos cubrimos de espinas envenenadas, como los árboles, para evitar que nadie nos llegue a trepar a lo más alto y nos saqueen el nido donde, indefensas, se incuban nuestras ideas. De esta forma protegemos nuestra pureza mental, como nos ha enseñado la Madre Naturaleza, de esos asaltadores que quieren intoxicar nuestra savia.
Esa savia que corre por nuestras cabezas, baja hasta nuestras ramas convertidas en brazos y piernas y nos impulsa como por arte de magia hacia un destino quizás predeterminado, quién sabe, pero puro como el aire que respiramos.
No puro por limpio, sino por esencial. Esencial como cualquier pensamiento básico, pero a veces más oscuro que el peor de los venenos.
Crea tu savia.
Savia nueva.
Cuida tu savia.
Depura tu savia.
Y recuerda, la base de una buena savia es una buena fotosíntesis. Aprovecha los mejores rayos de Sol.
P.D: A quien adivine donde está el árbol que aparece en la foto le invito a unas cañas.....jejeejej
y por cierto, aunque en el nuevo contador de visitas pone que hemos llegado a las 100 (yújuuuu) realmente vamos a por las 500 en breve.... GRACIAS A TODOS POR LEER!!!!
