miércoles, 24 de agosto de 2011

Buenos y Malos...


Me paro, giro y salto;
ruedo y vuelvo a caer.
Busco tu esquina,
zafarrancho de combate que
no es sino caldo pútrido de lo que pudo y no fue.

Destrozo mis nudillos golpeando el cuero
del tambor, la dermis del anuncio, la llegada
del refuerzo,
el remache de éstas mis columnas de Hércules.

Destrozo a dentelladas mi Cupido, tu Electra, mi Calipso y tu Medea.

Termino, lamiendo mis heridas
en el borde de la cama, esperando
la llegada de mi vuelo
retrasando mi reloj a menos cuarto.

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